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martes, 5 de febrero de 2013

Medicina Basada en la Evidencia: ¿Suficiente?



En ocasiones conviene repasar los fundamentos de las técnicas que utilizamos hoy en día, entre otras cosas para redefinir “Qué es, Para qué es, y como se usa” y retomar el camino. En 1996 el profesor  DAVID L SACKEIT del NHS Research and Development Centre for Evidence Based Medicine de Oxford publicó un artículo en el que sentaba los principios de la EBM. El artículo titulado Evidence based medicine: what it is and what it isn't” publicado el 13 de Enero en BMJ desgranaba  una  serie de recomendaciones para utilizar la MBE.

  1. La Medicina Basada en la evidencia es el consciente, explícito y juicioso uso de la mejor evidencia actual para tomar decisiones sobre el cuidado de pacientes individuales.
  2. La práctica de la Medicina Basada en la Evidencia significa integrar la maestría individual con la mejor evidencia clínica externa disponible obtenida de una búsqueda sistemática.
  3.  La Medicina Basada en la Evidencia no se restringe a los ensayos aleatorizados o meta-analisis. Debemos ampliar la búsqueda para encontrar la mejor evidencia posible para responder a nuestra pregunta.


En muchas ocasiones se olvida que hay que buscar la mejor evidencia disponible para una pregunta concreta, aunque esta suponga buscar entre otros estudios o, incluso recomendaciones de expertos, los cuales, aunque menores, también aportan sus grados de evidencia.
En función del diseño de los estudios, se pueden construir escalas de clasificación jerárquica de la evidencia, a partir de las cuales se establecen recomendaciones para la toma de decisiones. Aunque hay diferentes  escalas, todas ellas son muy similares a la que muestro a continuación.



Evidentemente dependemos de los Ensayos Clínicos existentes para buscar la mejor evidencia y estos ensayos son en su mayoría diseñados y financiados por la industria. Esto no es ni malo ni bueno, simplemente hay que ser consciente que la industria tiene el objetivo de comercializar sus productos y los ensayos tienen diseños orientados a tal fin.
Pongamos, por ejemplo, que deseo buscar una respuesta sobre Pemetrexed.  En la siguiente tabla aparecen todos los Ensayos Clínicos Fases III que aparecen actualmente publicados en la literatura.


Pemetrexed: Fases III Publicados en Cáncer de Pulmón no Microcítico


Muchas veces se critica que estos ensayos tienen sesgos en la población estudiada. Conscientes de este hecho, la SEOM (Sociedad Española de Oncología Médica) ha creado el Observatorio de Investigación Clínica.

“Teniendo en cuenta que la investigación clínica se desarrolla en seres humanos y que sus resultados condicionarán la práctica oncológica futura, es normal que esté estrictamente regulada, con el objeto de garantizar la seguridad de los pacientes, su derecho a la información y confidencialidad y la calidad de los datos. No obstante, los investigadores clínicos perciben que en algunas ocasiones estas regulaciones pueden llegar a suponer una traba a la realización de los ensayos clínicos sin aportar un valor específico añadido a los mismos. Conscientes de la enorme relevancia social y personal del cáncer, la Sociedad Española de Oncología Médica ha creado el Observatorio SEOM de Investigación Clínica.

Evidentemente el primer sesgo en la investigación clínica proviene del hecho de investigar en humanos y diseñar los estudios para preservar en primer lugar su seguridad. Así  los ensayos clínicos Fase III de Registro tienen el diseño que permite Aprobar la Indicación del Producto sin afectar a la seguridad de los pacientes. Esto se aleja cada vez más de lo que sería un buen diseño académico para obtener conocimiento.

Es por tanto una necesidad, el disponer de investigación independiente, no necesariamente Fases III pero si complementarios de la evidencia que existe hoy en día promovida, mayormente, por la industria. 

4 comentarios:

  1. Mirar esta noticia:

    http://www.elglobal.net/elglobal/articulo.aspx?idart=723359&idcat=784&tipo=2

    En próximos artículos trataré de tocar este tema,

    Un saludo.

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  2. Hola a todos:
    Muy buena la propuesta de debate que plantea Rafa.
    Más allá de los principios de la MBE, en los que la mayoría podemos coincidir, y después de reconocer que el movimiento cultural de la MBE ha añadido un cierto grado de rigor al proceso de toma de decisiones en medicina, no es menos cierto que se trata de una herramienta. Y como tal, no puede modificar la materia prima con la que trabaja.
    Me refiero al contenido de los ensayos. A su diseño y a su desarrollo. En mi opinión, el mayor sesgo con el que nos encontramos es el propio sesgo de diseño de los estudios. Como indica Rafa, la gran mayoría están promovidos por la industria. Y ésta -como es lógico- sólo promoverá e invertirá sus recursos en aquellos estudios en los que sea previsible que su producto "quede mejor"; nunca se hará un estudio en el que la hipótesis de partida sea que tal o cual producto "no furula". Nunca. Insisto que ésto no es bueno ni malo; es simplemente la lógica del sistema.
    Y aquí entra el problema de la necesidad de estudios independientes (lo que frecuentemente se denomina "estudios académicos"). Con la legislación actual (que pretende ser "garantista", pero que parece diseñada por y para la industria) resulta extremadamente difícil promover estudios realmente independientes. Sólo los costes de los seguros y de la medicación, ponen fuera del alcance de la investigación independiente la realización de estudios que pudieran aportar novedades terapéuticas interesantes e "independientes".

    Y nuevamente, somos los profesionales los que deberíamos ejercer una presión colectiva para que eso cambie. Y nuevamente, también, aquí se entrecruzan intereses de todo tipo (no me extenderé por prudencia elemental)que hacen que los investigadores supuestamente independientes lo sean realmente.
    Un tema sobre el que merece que sigamos comentando.

    J Gómez Codina

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  3. Aunque no corresponda al tema de hoy, os invito a leer la siguiente noticia, sobre todo para saber por donde van a venir los vientos:

    http://www.elmundo.es/elmundosalud/2013/01/30/oncologia/1359551545.html

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    Respuestas
    1. Muchas gracias por proponer este tema, lo considero para próximos artículos.
      Como valorar la aportación clínica de los nuevos productos, así como su coste económico, es un tema muy controvertido. Los sistemas de medir que teníamos hasta ahora se están viniendo abajo con la introducción de las terapias biológicas. Hay que tener en cuenta que la investigación traslacional es mas costosa que la tradicional y se dirige a menor cantidad de pacientes debido a su selectividad. En la industria farmacéutica, el crecimiento exponencial de I+D en el desarrollo de nuevas moléculas se acompaña de un lento declive en el número de fármacos comercializados "Littman, B.H., Di Mario, L., Plebani, M. y Marincola, F.M. «What´s next in translational medicine?». Clin. Sci. 2007, 112: 217-27".

      La UE ha financiado un estudio que pone en cuestión la metodología del NICE para valorar la innovación (ellos miden años de vida ganados ajustados a calidad de vida -AVAC):
      http://www.elglobal.net/elglobal/articulo.aspx?idart=723359&idcat=784&tipo=2

      Lo trataré en breve.
      Muchas gracias, Cyberbob.

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